Yo soy el hombre del último minuto
ese que se estrella contra tus labios antes de que se escape el día
ese que corre por la calle con el corazón en la boca
ese que traga saliva cuando la noche se transforma en una ciudad llena de puertas
Llegaré tarde a la cita
pero llegaré
tarde
Lo he dicho todo
No puedo decir más
Yo soy el hombre del último minuto
y una flor sangrienta humedece mis contornos
Antes de que puedas decir: "Este chico no llegará nunca a su hora"
Yo estaré allí
al lado de tu casa
junto a tu balcón
tras la tapia
espiando la vida
imitando a la lluvia
porque yo soy el hombre del último minuto
sin dejar de observar
sin bajar nunca del barco
sin un penique que llevarme a la boca
ese que bucea perdido en la inmensidad de lo minucioso
para después acelerar y acelerar y acelerar
sin descanso
Mírame
amor
soy todo lo que soy gracias a tu culpa
a tus nervios verdes y elásticos
a las curvas de tus bellas espirales oceánicas
y a la copiosa aceleración de tus partículas
No he hecho otra cosa
que lo que tu has querido
en cada momento
He sido dulce cuando buscabas alguien intrépido
He sido salvaje cuando querías alguien silencioso
fiel a ti mismo
guardé mi puñal bajo la almohada
y humedecí mis labios con tu poderoso veneno
cada vez que tus hermanos penetraban en la habitación con alaridos
y golpes de factura
Yo susurraba canciones de guerra al telefonillo
Apagaba la servidumbre
limpiaba los precipicios
exprimía la mugre
calculando mi lógico discurso con ristras de ojos y demencia
Pero tu has sido muy generosa conmigo
calculando mi inconsciente trayecto de ondas vespertinas
definiendo mis pasos de aire
y contubernio
en la sombra
No he escuchado el bombo de la derrota
cuando los marineros tomaban el barco
Ni me he dejado embaucar por las sibilinas notas de la victoria
cuando los trepadores mancillaban el nombre
de todas las cosas vivas
He permanecido
siempre fiel
temblando de miedo
Y ahora yazco aquí
junto a la tierra
acurrucado
sin haberme despegado de ti un sólo instante
Con la máscara llena de sangre
con el piano lleno de perros hambrientos
destrozando las cuerdas del pacto
Las palabras que tu me entregaste generosamente
yo las cosí a mi espalda
una a una
y cargué con ellas
para cuando llegará el viento
soltar todas mis tribulaciones al aire
para que la habitación quede vacía cuando arribe el olvido
trabajaré
y así
ese huésped maravilloso podrá tomar la estancia
plácidamente
cuando yo terminé mi labor
Los animales de la noche se refugian en mi vientre
buscando amparo
y una mano de ternura que defina sus perfiles
Yo los acojo
Los animales de la noche escarban en mi cabeza
buscando una madriguera y víctimas
que les proporcionen alimento sagrado
Yo los alimento
Hasta el último minuto