miércoles, 20 de octubre de 2010

Carta a un joven vigilante de cajas vacías

Buenas Noches Buba:

Ahora que la cerveza brilla en los contornos de mis labios y la geografía es tan perfecta como un lecho fresco. Me tumbo sobre el folio porque me apetece contarte cosas y escribirte una carta de buenas noches. Sin duda pensarás que soy un bocadillo de pus, que no tengo remedio y que mis pies huelen tan mal como los de cualquier mortal. Tendrás razón. No habrá nada en estas lineas que no haya dicho antes.

Tan sólo introduzco el indice en el orificio de mi ano y lo llevo a la hoja
eso es todo



Pero es que aquel portero se estiró tanto en su parada que se acabó transformando en un lirio. Impidió marcar el gol
pero a la salida del estadio los hinchas del club contrario lo llevaron al mercado, y esparcieron los pétalos de su carne por las plazas de la hopalanda.


Guardameta
vigilante de las cajas ahumadas de nuestros sueños y tu tímida funda
y la de tus guantes

guantes
guantes
guantes

eternos
y tu silbato

Buba
eres el mejor portero del mundo
la araña negra que proteje con sus hilos la virginidad de nuestra guarida inmaculada

Esta tarde estuvistes genial

Lo vigilaste todo
gritos, disparos, flashes

eres opaco, traslúcido, cacofónico

a pesar de que tus padres fueron

dos patinadores artisticos que ejecutaron como soldados del frío sus métricas acrobacias. Se odiaban, si, pero sus cuchillas sesgaron con surcos perfectos la rigidez del hielo de su amor.
y de allí naciste tu
para llegar a donde nadie llega

Ahora sobre el paredón lo veo todo tras la victoria

todo claro entre cánticos y vitores de pandereta y garrafa
al finalizar tu jornada de vigilante

Eres tan importante como ese bombero
que invitado a hospedarse en el hotel de las llamas
pecho de lobo y temeridad
logró con un mangerazo ecuánime escuchar la dialéctica de los perros del infierno mordiendo su hipoteca
amor

En una de las habitaciones del último piso una mujer duerme rodeada de barbitúricos
y a él le recuerda a Marilyn.
y él la levanta, con sus robustos brazos, y la saca por la ventana
donde le espera la escalera y tel resto de sus compañeros.
Justo cuando esta apunto de besar sus labios y convertirse en un héroe en el vecindario, ella se resbala y se escurre entre la grasa de tu traje.

pudo haber sido tu mujer
la madre de sus hijos
la muchacha que te condujera a la locura

Pero
La muchacha cae
cae
cae

La duración de nuestras pasiones no depende de nosotros, así como tampoco la duración de nuestras vidas...


antes de quebrarse como una durmiente galleta de porcelana surgen dos alas de su lengua y salpica con su belleza las aceras del peligro. Un charco de perfume y huesos y entrañas asciende en el aire intoxicado de la noche.
Como la nube negra de un incendio enjuagado con lágrimas de estrella cinematográfica
ocupará las portadas de las sección de sucesos poéticos

El edificio es un esqueleto gigante de columnas carbonizadas


Los cocodrilos aplauden con sus fauces la cercanía del pantano y la entrega copiosa de los basureros.
A donde irán a parar nuestras maletas y tu uniforme de vigilante y esta carta

Somos tímidos principes enjaulados entre los barrotes de la basura

Pero las pelucas flotan en el viento
y la suave brisa balancea los cascos de las barcas

La ciudad es un vals decadente

Mira el puerto
y los adolescentes en el muelle devorando las bolsas de gusanitos

No lo notas, Buba,

como ascienden sus risas
mientras saltan subidos en las elásticas colchonetas de sus corazones electrocutados

donde sueñan llegar alto
y ser jardineros
carteristas
alcohólicos
parados

farsantes


y los dientes brillan en el parque de las agujas
Y las estatuas en los jardines giran con vanidad de veleta.

Y cualquier mal paso puede conducirte a tu meta

Son tan bellos los brillos de los cigarros en la barra

Mira ese árbol como muestra sus corpulentas raices como el forzudo de una feria ambulante
cubierto por musgo y parejas de enamorados que discuten el precio de las cosas en armenio
en latín, en griego, en sánscrito
y las lenguas friendose en la parrilla de un bar de moda
toda la vida del mundo al calorcito de los molinillos de viento
y las minifaldas
que pasan tan cerca que se pueden rozar con la piel de un malgesto

los maniquies pasean entre las palmeras y los muelles

discretamente abrazados
discretamente iguales

Los suicidas beben despacio la cadencia del verano la sed de las crónicas
de un día fulminado
perdido
en los ceniceros para siempre

Pide otra cerveza
y verás más nítido el porvenir


Un fascista sale a su balcón y creyendo que es un atril se arroja a las masas enfervorecidas.
Sus extremidades pasan a humedecerse en enormes tinajas de horxata.
Los niños y las palomas picotean telegramas
mientras sus abuelas degustan el manjar de estas noches entre cuchicheos y anecdotas desternillantes
y en sus pecas los fariseos contemplan mensajes cifrados como si fuera la piel de un leopardo.

Que rica esta la horxata mojada con un brazo de fascita!

Todos en la plaza discuten y se acarician las miserias.
cábalas para llegar a fin de mes
geometría caotica del palo

A mi no me quieren

Yo estoy sólo

No tengo dinero

Mi jefe me odia

Quiero follar contigo

Ser alguien el día de mañana

Los jovenes inquietos traman la posibilidad de fugarse de la ciudad
para ser mejores idiotas en otra parte
para ser más profesionales y certeros con sus payasadas
y obtener un sueldo acorde con sus ágiles comentarios

Críticos
son críticos
y van sembrando las baldosas con las jugosas semillas de sus juicios

Pipas cáscaras de pipas en el porvenir


Las palomas se agrietan en el aire fecundo de la noche
Las ratas abarrotan las terrazas de los bares
y juegan en circulos a encontrar su silla

No ves la vida, Buba
es genuina
deteriorada
rutilante

A la puerta del cine hacen cola los alienígenas para ver como exterminar su progenie

pero al salir todos han visto la pelicula de sus vidas estampadas contra la pantalla de la eternidad.


Todos su gestos encajados en moldes de escayola
para repetirse en la oscuridad de sus cuartos pesadillas vestidas con lentejuelas se contornean en el fondo de los armarios
disecados en cámaras de frágil cianuro y etanol

por fin las avionetas
y los submarinistas heredaran el aire que vive en los mapas

Los relojes de arena, el compás, las brújulas simulando la entrega de un cuadernillo encarado
donde de nada sirva mentir

exploradores de las retinas últimas
inundando tu vigilancia

la perseverancia de tu rutina psíquica


Campánula de juerga
cisterna de oxido
escombro de la mañana

deslumbrados por la totalitaria dejadez de las flores y su perfume periódico

La apariencia se expande por tu jornada laboral mientras tu vigilas y ganas dignamente tu mísero jornal de primer mundo

Mientras los camareros te esperan en la cúspide de su particulares antros
tratan de acariciar el cálido perfil de las propinas

Las heridas de los ricos dejan migajas de cobre sobre la sangre abierta de los trabajadores

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