No soy yo quien abre la espuma
otros han sufrido más vértigo
al tocar con sus huesos
el frágil silencio de los cristales
Yo los he visto
levantar el polvo de los caminos
y estremecer con sus talones
las fuentes del dinero
escuchando el sonido sordo
de las alcantarillas
Con el rostro demacrado por el naipe
jugoso de la oficina
Yo los he visto
en la penumbra de los salones
fumar abismo
Otros más valientes
se han colocado en la cornisa de los acordes
mecidos por las sirenas
de los coches de policía
Y han saltado por la ventana de sus sueños
enamorados de la noche interminable
Han derribado con sus bramidos
las estatuas de la justicia
y han lucido sus solapas
las medallas huecas de los infiernos
Otros más audaces
han logrado
tocar con la punta de sus tenedores
el metal de las auroras
el vientre del pueblo
Otros enterraron sus manos
en el epicentro de los paladares
y su tierra incendiada
y ardieron solos mientras ardían
otros clavaron su nombre
en la última página
de los suspiros
de incienso
y ascendieron a la memoria
como quien atraviesa un río con los ojos de un muerto
Detrás del deseo
habita el olvido
No soy yo quien se despierta
en mitad del camino
con los tobillos sepultados
bajo la tregua
Ese que se estremece
con el sonido de un alfiler
al caer en el agua
El aire frío de los cuchillos
penetra mi carne
El aire frío
de las campanas
enciende mis besos
que como satélites duros
vienen del amor
a clavarle un diente de hidrógeno
a la galaxia
Tengo puesta la chaqueta de las crujidos
y los luceros molidos por espuela
son míos
tan sólo míos
y no de nadie
tan sólo míos
Soy una porción de exilio
esquilando la correspondencia
mientras los edificios de tristeza
van masticando mi cabello
Mi cabello de monedas y soledades
Mi cabello de perfume oscuro
y catre abierto por mis entrañas
y el alcohol de los espejos
al derribo
van frecuentando mi alma
cuando despierto
Cuchillas y espuma
marinero
y el reloj de cianuro
trabajando las calles de la madrugada
Quieta la casa
Quieto el mundo
cuando me afeito la máscara
hasta dejar mi naufragio al descubierto
Quieta la casa
Quieto el mundo
No soy yo quien abre la espuma
jueves, 7 de octubre de 2010
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