miércoles, 28 de abril de 2010

Reflexiones Culinarias...





La vida es como un restaurante de lujo. Al final siempre termina pasándote una cara factura. Aún así aprovecha para saborearla con felicidad o placer.

y siempre puedes pedir otra botella de vino...

martes, 27 de abril de 2010

Un poquito de análisis contrainformativo.

Para quien no siga la actualidad, esto le sonará a chino (salvo para los chinos, que lamentablemente les sonará a actualidad). Me gustaría ilustrar dos ejemplos recientes de tergiversación por parte de los medios: el del exfiscal anticorrupción Jiménez Villarejo y el del presidente de Bolivia Evo Morales. Será interesante sacar a relucir los paralelismos.

Primero, por orden cronológico, el del señor Jiménez Villarejo, quien en su discurso, dijo textualmente:

"El auto de Varela dice que la labor de jueces y fiscales a favor de las víctimas de la dictadura es encomiable. ¿Cómo puede decir eso? Pero si estuvieron formando parte del TOP (Tribunal de Orden Público) hasta 1976. Fueron cómplices hasta el último día de las torturas de la Brigada Político Social y nunca abrieron una causa siquiera por lesiones durante 40 años. Esa fue la sensibilidad de los jueces con las víctimas de la dictadura".

Creo que se entiende perfectamente que Jiménez Villarejo se refiere a los jueces de la dictadura, y no a los actuales del Tribunal Supremo. Sin embargo, todos hemos visto cómo la prensa ha divulgado que el exfiscal anticorrupción acusaba directamente al Tribunal Supremo de torturadores, y así ha corrido por la opinión pública, siempre tan torpe manejando los matices. Incluso en algún medio he visto que demostraban las supuestas mentiras de Villarejo haciendo una complicada operación aritmética: los jueces actuales eran adolescentes en el franquismo. Guau, gracias por la aclaración.

Segundo, el del señor Evo Morales, quien en su discurso, dijo textualmente:

"Hermanas y hermanos, cuando hablamos del pollo, el pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombre."

Hasta aquí las palabras que se han hecho famosas, pero el discurso continuaba, en ese español tan peculiar para nosotros:

"Estuvo leyendo alguna información, y no es de Evo Morales; por ejemplo una persona pregunta sobre su hija, dice, mi hija de un año y medio, desde pequeña tenía los senitos un poco hinchados, la hemos observado hasta ahora y se ha incrementado un poco la hinchazón, por qué puede ser?, no tiene otra cosa rara. Una de las respuestas, el incremento del volumen mamario en los primeros meses de vida es frecuente, se debe al efecto de las hormonas maternas durante el embarazo, y dura hasta los 6 a 8 meses. En muchas niñas esto se prolonga debido a la alimentación infantil que contiene cada vez más hormonas, las que se utilizan en la crianza de los animales como pollos y ganado vacuno, transgénicos por supuesto."

Creo que se entiende perfectamente que Evo Morales se refiere al tipo de desviaciones que las hormonas femeninas pueden producir en el hombre: disfunción erectil, encogimiento de las gónadas, atrofia muscular, desarrollo mamario, etc. Recordemos a Bob, el llorón de Fight Club, y sus grandes pechos, consecuencia indirecta de atiborrarse de estrógenos. Sin embargo, todos hemos visto cómo la prensa ha divulgado que el dirigente del estado boliviano afirma que el consumo de pollos transgénicos produce homosexualidad. Es evidente quién entiende aquí la homosexualidad como una desviación. Eso sí es homofobia.

¡Ah, opinión pública, qué puta tan barata eres!

lunes, 26 de abril de 2010

Los hombres grises convocan a su contubernio...

...en Sitges, este año:

http://www.publico.es/dinero/307516/bilderberg/club/secreto/elige/lideres/mundiales

http://www.elconfidencial.com/sociedad/bilderberg-gobierno-mundial-sitges-20100417.html

La conspiranoia está servida.

Un poco de música para animar el contubernio



o como montar un Woodstock en tu casa...

jueves, 22 de abril de 2010

LATIDOS DE MADERA

Todo conocimiento que alcance el ser humano no es más que una pobre aproximación. Imbuidos por la sabiduría, que es el verdadero centro de la nada, no podemos sino deleitarnos en ese dolor amargo que nos inspiran las cosas intuidas y lejanas. Náufragos de nuestra íntima y palpable bancarrota, mostramos ante los otros, esa simulación que es toda seriedad. Esa mecánica y maquillada pose esculpida por la seguridad de no saber y estar completamente perdido. Cuando en realidad, todo es una especulación amañada de frustradas aproximaciones hacia el absoluto. La ruina masacrada por la voracidad de nuestra cotidiana torpeza. Entonces el miedo a ser heridos adopta las más temerarias afirmaciones. Fruto de esa voluntad vencida, se levantan, ya no como espectros, sino como cuantificables fracasos colectivos. La imbecilidad y el tormento del peor y más mediocre oscurantismo campa a sus anchas desde hoy y para siempre, ya que actuamos como si el pasado nunca hubiese existido, como si esa precaria armadura de actualidad fuera importante, como si esa insustancial información de acontecimientos, provocara errores y destinos que nos cubren de elogios o vituperaciones, según la caprichosa voluptuosidad de las apariencias y sus días.

Siguiendo las leyes de un antiguo rito infantil, enarbolamos esos propósitos cargados de orgullo y vanidad. Y a eso le llamamos vida, un cúmulo de desafortunadas opiniones, para que con esa trenzada red de patéticos aciertos y maravillosos errores, logremos alcanzar en el desierto de toda soledad, una mentira que sucumba ante el menor soplo de viento.
La más severa de las puniciones legislativas es una trivialidad insultante ante la espuma que surge que nuestra desolación con cada despertar. El aliento de vivir abrasados por el sol de nuestras pasiones, padecer los colmillos de toda tentativa o escapatoria, como una repetitiva vocación hacia el fracaso. Somos ceros vestidos de izquierda. Zurdas evoluciones centrípetas que se alejan cada vez de su entorno. Tratando de ascender para soportar la liviana carga de nuestras expectativas demenciales, deformadas por la óptica actual de los acontecimientos.
Soportarnos. Perfeccionar el truco hasta confundir la esquizofrenia con la genialidad. Lamer el fondo de nuestro sótano con devoción de amante. Para que así, el sonambulismo nos entregue algo de su limosna.

Pero hay que lamer bien las grietas. Hasta ocupar el hueco de dios en el altar de lo infame. Hasta entender sin esfuerzo el lenguaje de nuestra crispación. Permanecer estáticos en esa aureola que genera el vértigo cuando masticamos con exactitud la textura de nuestro nombre. La cólera de la tierra sobre nuestra espalda. Las alas de la locura brotando de nuestra mente como una ciencia impostada y una oscuridad entregada cada vez más al delirio. Cartografía de la meditación en los planos infinitesimales de la atrofiada victoria que representamos como monos racionales de un mundo extinguido una y mil veces. Allí, en lo alto de la cumbre y de lo pérfido, entregar la semilla de la clarividencia, para toser y escupir mil convulsiones más, y martirios enajenados de oratoria e inimaginables.

Palabras, actos, funerales. Todo viene a ser lo mismo. Y en ese desierto de egolatrías y empujones, en ese magma de mensajes de auxilio y psicosis, la perturbación alcanza cotas jamás antes alcanzadas. Ese frío inhumano es más nuestro, porque esa aberración acumulada, es una alegoría del rumbo que adoptamos con una fe casi ciega en la nada; y así cada uno, encabezando una procesión individual, decapitada y mortal, celebre una misa hacia su yo, íntima o publicitaria, regresando a su lugar de origen mediante cada sueño, cada fornicación o cada interpretación estética de lo que es suyo.
Descartado el suicidio o la eutanasia, no queda otra que con operaciones que se ejecutan sólo a corazón abierto durante la vigilia, tapar las defectuosas grietas de nuestras catedrales privadas y anónimas.
No existe otro propósito que el de lapidarnos vivos. Como si a la máscara, le fuera posible encarnar el espíritu de la tragedia. Como si el latido fuera un escondite perfecto para cada uno, una madriguera de sonido emitida por el temido animal que representamos para nuestra esclavitud. Como si inscrita en la identidad de nuestro propio instinto se dibujaran nuestros artificiales gestos, sutiles sombras que ocultaran al mundo, el rumbo de nuestro efímero existir. Carcasas aferradas a precipicios de tiempo, vestigios cosidos a desastrosas culpas hereditarias.
También nosotros queremos dejar nuestra huella en este estercolero, sea de un modo físico o virtual.
Nuestro domicilio es la duda. Nuestra única preocupación, el reverso de la niebla.
Caminamos erguidos ante nuestra única certeza: La ciudad es el laberinto de la carne. El demonio que ha prometido engullirlo todo cuando todo esto termine. La promesa adoptará la forma de una habitación segura y escarbada en lo más profundo de la tierra; y como único secreto, alcanzaremos un trofeo: la delicuescente efervescencia de la podredumbre.
Ni siquiera nuestro bellísimo y virgen esqueleto podrá albergar la fastuosa magnificencia de la muerte. Una cómica improvisación nos llevará a conocer el centro de la diana. Por eso dejamos lo mejor del número para el final. Porque nos gustan las sorpresas, las fiestas y los regalos.
Igual que los saltos de un acróbata se plasman en los agujeros de nuestra memoria, así las huellas de una bailarina quedan impresas en el vaho de un espejo ferroviario. Los frutos logran apoderarse de la escarcha que desprende la onda expansiva de cada aurora. Sin embargo, la luna alumbra la garganta de nuestros sueños, y tan sólo deseamos permanecer en secretos espacios que no invadan, que no pueda alcanzar la idiocia, ni las torpes plegarias de los hombres. Es en ese recinto donde deseo vivir el resto de mis días. Amenazando con vislumbrar una punzante sensación de unidad que me traspase. A partir de ahí, escribir o dejar de escribir, me importa lo mismo. Nada.

miércoles, 21 de abril de 2010

EL PATIO DE RECREO

En el patio de un psiquiátrico caía la tarde. Las golondrinas dibujaban acrobáticas obscenidades en el cielo, mientras un grupo de internados jugaban a la gallinita ciega. Con la única intención de matar la insobornable blancura del tiempo.

Ella lleva los ojos vendados. El resto ejecutaban palmas, muecas y saltos, girando a su alrededor. La joven extendía sus temblorosos brazos y corría a oscuras.
Ellos esquivaban las embestidas riendo lágrima viva.
Con una imprevisible trayectoria, la mujer atrapa a uno de los enfermos por las mangas del uniforme.

- Te tengo!.-Exclamó Merceditas. Eres..eres...

Y palpando sus ropas y el rostro devorado por la medicación, dijo:

- Eres Eusebio!

Y el hombre, con aquella mueca imposible, acertó a vocalizar.

- Yo ya no sé quien soy.

Y se hizo el silencio en el patio de recreo

EL CONTUBERNIO

El CONTUBERNIO
Qué es el contubernio Señor Pibody?
Un estado de la nada. Un recinto íntimo y entregado a la metafísica del peinado interno. Es una mueca dispuesta al guantazo, o un alarido compuesto de mesas y aplausos. Es ese acorde que tu madre tararea segundos antes de sucumbir al sueño. Es la apuesta rítmica de los rugidos y la furia estampados contra la chapa y el estruendo de un silencioso café eternamente aplazado. Una Ilícita confraternidad de fantasmas periféricos. Enfermos apartados del mundo que han renunciado a la expiación. Vagos pulgosos que se citan en la ubicuidad del instante.
Cualquier rincón es apto. La melancolía es nuestra chaqueta favorita. Y su forro es un forro polar que decora los dientes de las heladerías. Tenemos semen para cubrir la Gran Muralla China y transformar el Everest en un polo de horchata. Pero adoramos el silencio y su contorno. Cada cierto tiempo nos acordamos de respirar, y quizás por eso, estamos todavía vivos.

La amistad es nuestro negocio capital. Nuestra fuerza de trabajo, el humo.
Hemos renegado de la seguridad social y de casi la totalidad de la educación masificada. Preferimos los estanques a las perreras. Nuestra imaginación es infinita, sabemos exprimir un segundo. De hecho bebemos zumo de eternidad con frutas robadas del tanatorio más cercano.
Buscamos un lugar donde enterrar trofeos sin aplauso. Meamos, lo tapamos con un poco de tierra y nos despedimos. También nos meamos en los famosos y en toda esa peña ridícula que cree estar por encima de su mediocridad. Porque lanzar carroña por los balcones nos divierte, nos hemos sacado un carnet que nos acredita como impresentables en cualquier evento.
Nos han tirado de multitud de bares, me he vuelto incluso verosímil, y mil discoteca han impactado mi cerebelo, pero siempre regresamos impelidos por la embrutecida fuerza de la costumbre.
Odiamos el tecno, las flores, las drogas de diseño, las piraguas, el euro, las planchas, la ropa interior, las psicofonías, los artistas, los móviles, las campañas políticas, las revistas del corazón, las chanclas, los parches, los imperdibles, las crestas, las monarquías, los picos, los manguitos, el confeti, las cabalgatas, los sesos, los futbolistas, las piscinas municipales, la cerámica, los turistas, las catedrales, los invernaderos, las cristalerías,los debates, los paraguas.
Y sin embargo
Amamos los epitafios, las patatas fritas, las montgolfieras, los cucuruchos, las fábricas abandonadas, el fliper, la mamma, las migraciones, los pedos, la madera, las auroras boreales, los hematomas, la chapa, los líos, el fuego, los labios, las cuerdas, los huecos de las escaleras, la masturbación impersonal, la fritanga, los patios, el té, las raíces, las panaderías, las pelotas, el gramófono, las caídas de puercos, las magdalenas y sobretodo los cajones que no se abren.
Expertos en posponer batallas, en disertar acerca de cualquier cosa inútil. Y una capacidad asombrosa para el olvido.
El trabajo denigrante y explotador no existe
De hecho, no sabemos dónde nacimos como tampoco sabemos dónde pariremos. Ni siquiera sabemos si somos fértiles o ecuánimes. La tierra lo dirá. No es algo que nos incumba.
Mientras, optamos por vomitar tertulias anacrónicas o por ejecutar torpes piruetas con la misma facilidad pasmosa con la que nos entregamos a fabricar volutas de jabón. Es allí, donde nos da por sembrar semillas de dudas en los cementerios y en los protocolos erótico festivos. Son algunos de los lugares donde brotan más sonoras las carcajadas. Pero seguramente seamos, en realidad, ausencias perfumadas de sabor vespertino. Porque vivimos en los chirridos de las puertas traseras, en los patios abandonados, en los bares que nunca cierran, en las librerías, en los pianos, en los sonotones, en los pétalos de la escarcha, en las bodegones, en las copas de los árboles, en las tapias, en los altavoces, en los baúles, en las olas, en los mandos a distancia, en los matorrales, en las estaciones de metro, en los aparatos radiofónicos, en las antenas parabólicas, en los versos inacabados… y nuestros esófagos son los baños públicos de la teología. Tenemos siempre sed. Y nuestra sed no nos la calma el bebercio. El companaje y la fanfarria son nuestro carnet virtual. Porque la muerte es el más letal de nuestros chistes.

CUARTO REICH

Bésate en público. Poco importa que tengas o no tengas nada que decir. Queremos conocer dónde has trabajado y en qué lugares del mundo ha vivido tu idolatría. Comparte con nosotros tus miserias. Muéstranos tus heces artísticas. Recuerda que somos coprófagos. Que tu vanidad terráquea no conozca los límites del mundo. Muéstranos la sensibilidad de tu incapacidad creadora. Publicítate. Créate una página web. Celebra una misa en tu nombre. Sé tu dios. Suicídate.

lunes, 19 de abril de 2010

Al cerrar la puerta de su casa descubrió que había olvidado las llaves dentro.
Era el único habitante sobre la tierra. Jamás pudo volver a entrar.

miércoles, 14 de abril de 2010

Queda poco para el largo..

COLOR's NOTES . TRAILER from Xavi Tello on Vimeo.



Gracias Barón , por su inestimable colaboración y locuciones.

jueves, 8 de abril de 2010

Nuestra Guerra

Ya estamos preparados

para la batalla de las flores y las palabras.


Nadie escribirá nunca sobre nuestra guerra.


Dejaremos en ella nuestra vida
y nadie nos dará medallas.


No habrá gloria para los vencedores.


La verdadera batalla será el lenguaje.


La verdadera guerra es el lenguaje.


La verdadera guerra estará en las ideas.


La verdadera guerra
está en la comunicación de las sustancias
gracias al lenguaje.


Lucharemos
contra un anuncio de desodorante
contra una noticia del telediario
contra el titular de un periódico
contra el discurso de los políticos.

El Dios
del que tanto se habló,
el único Dios que existe
es el lenguaje.
Nosotros somos el lenguaje.
El lenguaje es el verdadero sujeto de la vida.

El lenguaje
es un ser vivo.
El lenguaje
es el verdadero sujeto de la vida.

El lenguaje es el ser que existe
eternamente
y nosotros los recipientes necesarios
para mezclar una y otra vez su clepsidra infinita

Y el Dios, el lenguaje,

ha muerto

por culpa
de los pervertidores de la palabra,
de los mancilladores de la palabra,
de los destructores de la palabra,
de los asesinos de la palabra.

Ha muerto el lenguaje
por culpa de los
falseadores de la palabra.

Hay que reconstruir la palabra.
Hay que construir la palabra.
El pueblo necesita geometria!

Atención! Atención!
El mapa si es el territorio.

Atención! Atención!
El mapa si es el territotio.
El mapa es el territorio.

La verdadera batalla estará en las ideas.

Estamos preparados
para la batalla de las flores y de las palabras.

La guerra es terrible y desigual
porque el enemigo está por todas partes.
Por todo el mundo
se escucha la suciedad de su ruido
escupiendo sus términos: "dólares, mercado, frontera".

El lenguaje agoniza, se muere, se acaba.
Puede que, más pronto de lo que nos pensamos,
ya nadie utilice su capacidad de creatividad,
de lenguaje,
pues la policía de las ideas
y el maremoto de plástico,
el pus
se habrá comido
nuestro libre albedrío,
nuestra capacidad
de enfrentar nuestro instinto
contra cualquier cosa
que se interponga en nuestro camino.

Hay que luchar en la guerra.
No sé puede permanecer al margen.

Compañeros soldados, compañeros guerreros,
debemos entrar en la guerra o sucumbir.

Camaradas,
utilicemos nuestra libertad de lenguaje.


Sócrates Coltrane, 1917 "El pus"

miércoles, 7 de abril de 2010

Los límites del bien

Dentro del volcán los feligreses acaban su rito satánico. El magma se encargó hace un tiempo de carbonizar el último de los llantos. Niños recien nacidos que no terminaron un sólo dia. Restos humanos de autosacrificios esparcidos por todo el recinto.

Regreso a la pagoda entre multitudes de anti-creyentes. El calor, la luna creciente que decora el cielo esta noche, las miradas esquivas de los encapuchados... Algo me inquieta y no sé que es.

Me dedico a hacer el mal a todas horas. Lo juro. Dejo a deber una cuenta en una panadería la cual nunca saldaré. Me cuelo en el metro. No doy los buenos días cuandro entro a algún sitio. Me niego a separar la basura para reciclar desde que han puesto contenerdores bajo de mi casa y tiro los papeles al suelo cuando tengo oportunidad. Y, por supuesto, no voy a votar. Las cacas que deja mi perro nunca las recojo y cuando veo a una ancianita cruzar la carretera yo también lo hago con la finalidad de convertirme en un obstáculo para ella en lugar de ayudarla.

Soy un ser abominable que nunca da las gracias ni pide las cosas por favor.

Con todo, me siento inquieto cuando acudo a los sacrificios humanos cada sabath.

Y no sé qué es.

Toshiro Mifune

Sí, qué voy a decir... pues que después de que el señor V. me lo mentara varias veces, me apeteció mucho volver a ver a este hombre, quizá uno de los más grandes actores y blablabla. Así que me bajé Yojimbo y, para postre, su secuela: Sanjuro. A mí me había impresionado mucho en los Siete Samuráis, pero en estas dos, como protagonista, se le saborea más y mejor. El tipo, desde luego, tiene un carisma muy particular. Además, habiendo sido recientemente el centenario del nacimiento de Akira Kurosawa, el doble homenaje está más que justificado. Se lo recomiendo a sus señorías.

Aquí les dejo un video que creo ilustra perfectamente el bochornoso espectáculo de la bravuconería occidental cuando se enfrenta a la serena sabiduría de oriente.

martes, 6 de abril de 2010

Cuidaros de los hombres grises que roban vuestro tiempo



Al principio apenas se nota nada. Un día, ya no se tiene ganas de hacer nada. Nada le interesa a uno, se aburre. Y esa desgana no desaparece, sino que aumenta lentamente.


Se hace peor de día en día, de semana en semana. Uno se siente cada vez más descontento, más vacío, más insatisfecho con uno mismo y con el mundo. Después desaparece incluso este sentimiento y ya no se siente nada.


Uno se vuelve totalmente indiferente y gris, todo el mundo parece extraño y ya no Importa nada.


No hay ira ni entusiasmo, uno ya no puede alegrarse ni entristecerse, se olvida de reir y llorar.


Entonces se ha hecho el frío dentro de uno y ya no se puede querer a nadie.


Cuando se ha llegado a este punto, la enfermedad es incurable. Ya no hay retorno. Se corre de un lado a otro con la cara vacía, gris, y se ha vuelto uno igual que los propios hombres grises. Se es uno de ellos. Esta enfermedad se llama aburrimiento mental.


Momo.(Michael Ende)



viernes, 2 de abril de 2010

PIEZAS PUNKIS

Piezas Punkis es un programa sobre música punki, para tí que eres un Punki.
En el, a través de las ondas de la cadena de LosHijoPutas,
el profesor Sagarribay analiza las piezas más punkis de la historia de la música.
Es el único programa que se emite cuando le da la gana.
El objetivo de Piezas Punkis
es intentar acercar a los confundidos oyentes, al auténtico rostro de la creación musical,
que siempre ha sido infelizmente relacionada con lujosos teatros y escenarios de moqueta roja.
En palabras del propio profesor Sagarribay "Piezas Punkis es un programa que sirve para que
la gente se entere de una vez de que Beethoven pudo ser tanto o más punki que el perro-flauta de la puerta del mercadona."