Lo siento, tuve que acudir a un bautismo
Por algo pago
gratuitamente
este enorme cuerno quemado
que yo mismo me meto por el culo
El cliente siempre tiene razón, verdad leguleyo?
verdad idiota vivido?
Cicateros cretinos avariciosos
Por algo soy hereje
y visito las iglesias
cuando me invitan a un evento religioso
Traté de zafarme
pero todas aquellas fintas lamentables
cuyo resultado fueron mi pusilánime asistencia
no sirvieron para nada
con mi cara de yunque
con mi camisa rajada
con mis zapatos exactos
Mientras resbalaba por mi piel
la baba de occidente derruido
la decadencia moribunda de la turba
machacada y sin orgullo
triste y aburrida
que formamos todos
cuando arrastramos la voluntad
por las frías losas del silencio
como hermanos
Pero resulta que yo no estoy muerto
porque vivo y me cuelo
entre el sermón de ese muñeco apagado
y lustrosa bata de blanco
que preside la patraña insustancial
y me rio secretamente
desde la eléctrica sobriedad
que brota desde mi volcánica ebullición
y confabulo
y me entrego a la visión
Encerrado entre familiares
y poses hereditarias
porque yo también sé posar
y salir bien en la foto
y me digo:
"Ya no hay liturgia
se ha perdido la noción de la tragedia
su geometría
Sólo queda mal gusto por doquier
Asfixiándolo todo
Y es como para volverse loco de la risa
o golpear el centro de la mesa con el puño
y derramar el cáliz
y las ostias
Y es como para permanecer cuerdo
en tu pequeña mazmorra razonable
impidiendo que te roben
lo único que te mantiene vivo
en este mundo de muecas
Pobre cura,
me digo
no ha conocido el calor de las alcobas
su piel apergaminada blanca y enfermiza
denota una ignorancia fatal
Ni si quiera él cree en lo que dice
No sabe lo que es el agua
ni la luz
ni las puertas de la muerte
No sabe lo que es el teatro
ni en su puta vida será capaz de interpretar un jodido ritual apabullante
donde las tripas de todos los asistentes
queden atravesadas por el punzón letal de lo asombroso
pegados con su culo a la silla
temblando de miedo
emocionados y traspasados
por el acto y la palabra
señoras, señores
La mística no es inaccesible
ni es tan difícil de aprehender
pero claro
póngase otro guapo a predicar en el desierto
que yo voy a fumarme un pitillo
y me digo...
por qué no lo matamos entre todos a palos
por qué no lo elevamos entre todos y los pinchamos
a una cruz con chinchetas
y llenamos esta misa de sangre y alaridos
para más tarde sucumbir a la tenebrosa y placentera
sombra de la depravación cruel certera y ciega de la naturaleza
para más tarde humedecer el palacio de nuestra mente con agua cristalina
y pura
y nos reconciliamos con nuestro espíritu
allí donde mora la mente de lo primitivo
las moléculas y los átomos de lo infinitamente perfecto
y desconocido
Por qué no suena un órgano descomunal
que se lleve todas nuestras almas con su poderoso gancho de obra
como cada vez que escucho a Bach o a Coltrane
desde el sótano de lo impronunciable
Un organo descomunal
del tamaño de un cachalote
que reviente las vidrieras
y los tímpanos
por qué no se derrumba
este impresionante circo de piedras sobre nuestra fe
y nos aplasta esta plácida mañana de domingo
Sólo así conseguiremos trasformar esta patética citación de trámite
en una fiesta como dios manda
droga para el que no alcance el cielo
con la sola inyección de su voluntad estremecida
Droga para alterar la conciencia
y fusionarse con lo absoluto
a los pobres de espíritu
el que sea un cobarde
que se siente y calle
pero que no moleste
ni critique
ni impida
que se manifieste la intuición
la magia y el honor
Humedecéis la cabeza de ese pequeño ser indefenso
desde la más absoluta ignorancia
desde el más puro y aburrido tramite
Lo ejecutáis todo igual
del mismo modo os coméis una chuleta
que echáis un polvo
del mismo modo asistís a la oficina
como os congregais en torno a una playa
pensais como burgueses
vestis como burgueses
pero sois carroña
carroña para los buitres fascinantes de mis ojos
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