lunes, 6 de septiembre de 2010

Al camarero más elegante del submundo

Camarero
Póngame una copa que contenga el mundo

Me quiero beber el oceáno
con todos los peces dentro
buceando
entre los cabellos del circo de la arena
y de la sangre

Me quiero beber todos los cementerios
todas las tumbas
una a una
con todos los nombres inscritos sobre la piedra

Y fumáre hierba
mientras tanto
de prados libres
y desquiciantes plantas
por donde cabalgue libre la tragedia
hasta dejar mis pulmones vacios
esparcidos por toda la tierra

Quedarán colgando
como dos trapecistas mudos
y yo dejaré mi cuerpo apuntalando la barra de tu universo
entero

Pero antes

Por favor
camarero
Póngame


una copa que contenga los juegos eléctricos de la infancia
y los libros no escritos en las jaulas de lo conceptual
Una copa que conciba el cero
una copa que oculte todas las joyas que guardan las zorras en su guarida
y los mercadillos donde los enanos imitan
los reverberantes sonidos de la jungla

Póngame una copa
que encierre todos los edificios que las hormigas han levantado
bajo la dictadura solar de los imanes
y las piedras preciosas
de los esclavos

Una copa

Una copa ciega
de cristal
ciego

Con toda la quincalla de los museos
y sus pasillos asfixiantes

Una copa con todos los actores y los músicos muertos
del mundo

cantando
flotando en las delicias
de ese alcohol
de noche y más noche y desierto

Póngame una copa
llena de astros y naipes
de hielos y volcanes
enardecidos

Una copa que estruje mi paladar
y queme mi exófago de ilusionista
por dentro

Una copa
que me queme

señor
sólo de trinos y muebles y espejos
sumergidos

Una copa
de nieve
y almendras y ruedas de cuchillo giratorio

sepultada

Una copa
donde los caballos se ahoguen
y las máquinas de escribir no sirvan para nada

Una copa
donde los gatos copulen
con ovillos de trama
y los quesos y las ratas y los azulejos del orfebre ajedrez
multiplen el número de las cosas

Una copa que contenga todos los senderos
y ninguno

"Una copa donde los precipicios
se abran al amor y a la nada
que son el mismo reino
y una misma morada
para los vigilantes de estrellas
cuando apagan su calada"

Una copa de aquelarres
y asesinos
de perseguidores y ajusticiados

Que inscriba dentro de su perfección
las hipotesis de la física
y el algoritmo charcutero

Una copa de tren nocturno e interminable guateque
con todos sus pasajeros dentro
con sus idiomas y con sus leyes y con sus listines teléfonicos confundidos

Una copa
camarero
chapa y estruendo

que me arrastre
con el ímpetu de las olas
y los monasterios apartados
de las cúpulas
diminutas de las capitales de los pecados

Una copa de nubes frías

Tejados de extranjería
vientos de metal y cuerdas de ahorcado
Elefantes de oriente y fichas de mármol deslizándose por un tablero de perrera viciada

Una copa dibujada
en el horizonte de mi frente partida


Una copa
camarero
la ando buscando por la noche

La copa
esa copa de todos aquellos marineros que encontraron la paz de las profundidades
y sus tesoros ocultos

Una copa

entera
redonda
exacta

Para que las manecillas de mi corazón remen hacia el ocaso
de la inmanencia

es mi particular chiste
mi sólo número

Una copa que me permita acariciar el sol
y desplomarme por las calles
cubierto de cienaga de oro y algas

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