Las calles blancas de la noche
quiebran la mansedumbre de los espejos deslizantes
La quietud de una manada de latidos muertos en el parque
Yo subo las escaleras sin luz
de un antiguo apartamento
Y con la llave verde de los pantanos
abro la puerta de tu casa
La puerta cede con un leve gemido de cera ardiente
Mientras me deslizo como un guante de esmeralda
a través del laberinto de tu mente dormida
para más tarde robar las botellas de alcohol de tu cálido y polvoriento mini.bar
Mi rabo duro
se mueve entre las plantas de tu balcón
y las empapeladas paredes de tu apartamento
Mi rabo de punta
Mi rabo imantado
cargado de vía láctea y susurros y colmillos
La madrugada es una antigua máscara
enterrada en el cielo oscuro
del tiempo
Yo escarbo con copas repletas de pálido oro
los tesoros olvidados de los hombres
Sólo bebo sangre
Al lado de tu mente sumergida
mientras el tejido fluorescente de la luna
construye un puente de agua
que me lleva a tu vientre líquido
Allí cuento los tesoros
Allí ardo envuelto en llamas
mientras lloro
de felicidad
por todas las bonitas cosas que se lleva el río
Dando círculos
Allí
al lado de tu cuerpo caliente
y todos los latidos de tu cuerpo desnudo
Hasta que vuelvo a calzar mis botas
y me protejo del viento con tristes harapos
y fastuosos disfraces de perro
Mi enorme cabeza de animal atávico
enguñe mi cabeza de mitad hombre
Mi enorme cabeza de barro
Con cuernos y pico
De ojos blancos
y candelabro rígido
Amor
Mi rabo es una escalera negra y callada
que desciende reptando hasta alcanzar de nuevo la calle
Y de nuevo la calle
muerta
vacía
bajo el acero y el cemento de los sueños grises del malecón
lunes, 6 de septiembre de 2010
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