Existe una trama
entre lo que somos y lo que no somos
Existe un lugar
que transcurre entre lo pensado y lo sentido
Algo ajeno
a nuestros deseos perdidos
lejano
como la piel que nos proteje
del ritmo de la muerte
del ritmo de la muerte
del ritmo de la muerte
frutas colgadas de una rama
silbidos encarnados en escarcha
Golpe doloroso del tejido
huidizo recinto de lo invidente
No existen las palabras
Existe un puente
entre la cosa y el ojo
Un sonido
entre el corazón y la rosa
Entre lo que soñamos
y lo que recordamos cuando soñamos
Pero no es el sueño
ni eso que vivimos
al alcanzar la orilla
como sonámbulos pasajeros de la noche
Existe una trama
que va desde la oscura madriguera de nuestro nombre
hasta la oquedad transparente del sombrero y el asfalto
Una lámpara enterrada en un sótano
Una copa llena de noche
Algo que nos precede y nos ignora
Algo que late con un sonido sordo
en las venas ciegas del desastre
Algo que sabe a hierro pero que no es la sangre
Algo que es como la anestesia descarriada
del ímpetu
Encerrada en la habitación infinita
del calambre
aporreando el teclado de lo inhóspito
Con su máscara
de calma absoluta
que provoca el terror
prodigioso
de los rincones ignorados de la mente
cuando devoran el vértice del blanco
El ritmo de la muerte
El ritmo de la muerte
El ritmo de la muerte
Existe una cuerda
delgada impronunciable
que es la vida
y lo que pasa
cuando la vida ya no es vida
ni lenguaje ni signos
enterrados
Existe un viaje
entre el tacto y la memoria
Un instante
entre el perfume y la vejez
entre el átomo y la brisa
Existe la nada
pronunciando espasmos
despojada de caligrafía imperfecta
El esqueleto húmedo de la semilla
persiguiendo el calor y la oscuridad de las raices
La luz y aire de los frutos
De la ebriedad del impulso a la meticulosa concepción de cada cosa
existe
En nuestra mente
donde siempre es noche
Una trama
que a veces nos olvida
mientras el desgaste de las horas
nos cubre con su prodigioso velo
Y quedamos amparados entre dos mundos
flotando
inmersos
en nuestros trajes de chaqueta y baba
Una trama
que a veces nos recuerda
mientras el desgaste de la eternidad
nos hiere con su delicado reverso
jueves, 16 de septiembre de 2010
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