Tras el aroma de la tarde
Capturo con la mente la silueta de un caballo
Sentado frente al lago blanco
espío el jugar de los peces en el agua
con los pies desnudos dentro
como dos peces de carne perfectos
las fuentes lejanas están cerca
tan cerca que puedes oírlas
con tan sólo estirar los dedos
mientras las mujeres humedecen sus ropas entre canciones
Sentado frente al lago blanco
dejo volar mi velero
Mi velero ebrio de olas
Y con el lápiz toco la belleza del instante
pero se difumina y se evade
La chistera negra
el misterio de tu cuerpo
porque ahora yo soy aire
y tu eres tiempo
domingo, 19 de septiembre de 2010
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