lunes, 21 de junio de 2010

Hombre mirando a melón



Vino Apocalipsis, bronceada y yé-yé a base de los calores del averno, a cobrar una deuda atrasada.

El hombre le abrio la puerta, y ella, luego de café y pastas asturianas, le sajó el pecho en dos para ver el género.

- veamos, veamos...un reloj que no funciona...un vaso de odio...tres foto de petit suisse, ya adolescentes...

- Ya? susurró distraido el hombre.

- Momentum, que casi está...vale, ya está usted muerto.

El hombre se preguntó qué es lo que debería de hacer ahora.

- Siga con su rutina, caballero, haga lo de siempre- le recomendó apocalipsis- . Todo está en este folleto. Le recomiendo que se pase un tiempo en la isla de Babia. No dude en descarnarse si el calor aprieta y aplíquese cal al femur entonces, no vaya a oscurecerse con la canícula...si se quiere divertir, lea del folleto, y sabrá algo más de nuestro sponsor.

El hombre se sentó pues, en su sillón orejero ( también sentó a sus dos orejas, aburridas de estar suspensas. Esto les sentó bien) y hojeó el folleto, nuestro Hola eterno.

Al parecer, Dios fue hace algunos eones el principal empresario del universo. Todo iba fetén, hasta que San Gabriel conoció la mercadotécnia, desarrolló el alma como moneda de cambió, y estructuró mercados de capital en cada uno de los anillos celestiales. Hubo un primer crack, y ciertos valores cayeron en el infierno.
Luego la opa hostil de un holding de Arcángeles tocó mucho las pelotas al Creador, quien finalmente dimitió.


- lA DÁN por culo, me voy de esta cuEVA de mierda...Gritó al marcharse.


Curioso que de estos insultos surgiera la primera pareja humana.

- no puede ser!! Bramó turbado el Hombre- Es una explicación muy cutre!!!

- Manías del consumo, manías del consumo. Respondió Apocalipsis. ¿Sabe usted que la lechuga común conoce más astrofísica que usted? Lo malo es que no consume más que energía solar, es muda y no tiene extremidades. Un pésimo cliente, oiga.



El hombre siguió leyendo el folleto. Averiguó que Dios se pasaba el día fumando mundos asomado al vacío y que durante el mioceno se construyó un melón enorme, para tomar la siesta dentro de él los días de calor.

El día en que Don Carbón inauguró el Holoceno, dos querubines vieron el melón a la deriva del vacío, con rumbo espaldas al sol.

- Y quién dirije ahora el cotarro?, preguntó el hombre al apocalipsis.

- Pues no lo sé , soy un asalariado, caballero- Respondió esta...esa información es
sumamente restringida, pero deme un par de días, conozco un par de contactos,...


...veré qué se puede hacer...



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